Un pequeño episodio de mi novela, a ver qué os parece:
De repente escuchó voces como si estuvieran peleándose. Se detuvo un instante porque estaba indecisa. No sabía si continuar, o esperar a ver qué pasaba. Aunque temblaba de miedo, decidió seguir. Se acercó a la esquina con precaución porque no quería que la descubrieran. Se asomó muy despacio y pudo ver a un hombre que ocultaba su cara con un pasamontañas. Observó que sujetaba en la mano derecha un revólver, así que dedujo que había disparado a la persona que estaba tendida en el suelo. Fue entonces cuando se dio cuenta del peligro que corría, porque si llegaba a verla, podría verse implicada en esa inesperada e inquietante situación. Sólo tenía dos opciones, quedarse escondida hasta que se marchara o echar a correr. Sabía que podría ser descubierta en cualquiera de las dos, pero tenía que tomar una decisión, y eligió la segunda. Creyó que entre la niebla podía pasar desapercibida. Pero aquel individuo se percató de que había alguien más merodeando por allí. Se exaltó tanto al verla, que gritó con todas sus fuerzas atemorizándola.
-¡Quieta ahí o disparo...! ¡Ven aquí ahora mismo, con las manos en alto... vamos rápido! -exclamó apuntándola con el revólver.
De repente escuchó voces como si estuvieran peleándose. Se detuvo un instante porque estaba indecisa. No sabía si continuar, o esperar a ver qué pasaba. Aunque temblaba de miedo, decidió seguir. Se acercó a la esquina con precaución porque no quería que la descubrieran. Se asomó muy despacio y pudo ver a un hombre que ocultaba su cara con un pasamontañas. Observó que sujetaba en la mano derecha un revólver, así que dedujo que había disparado a la persona que estaba tendida en el suelo. Fue entonces cuando se dio cuenta del peligro que corría, porque si llegaba a verla, podría verse implicada en esa inesperada e inquietante situación. Sólo tenía dos opciones, quedarse escondida hasta que se marchara o echar a correr. Sabía que podría ser descubierta en cualquiera de las dos, pero tenía que tomar una decisión, y eligió la segunda. Creyó que entre la niebla podía pasar desapercibida. Pero aquel individuo se percató de que había alguien más merodeando por allí. Se exaltó tanto al verla, que gritó con todas sus fuerzas atemorizándola.
-¡Quieta ahí o disparo...! ¡Ven aquí ahora mismo, con las manos en alto... vamos rápido! -exclamó apuntándola con el revólver.
